El pasado 8 de septiembre, se envío la iniciativa de reforma a diversas leyes fiscales, y para la ley del Impuesto sobre la Renta, se ha incluido un par de regímenes para las personas físicas y las morales, respectivamente. A dichos regímenes se les ha denominado simplificado de confianza, lo cual en el título ya denota el objetivo a perseguir, por un lado deberá implicar que la opción en esta forma de tributar, sea realmente simplificada respecto a los regímenes actuales, y por el otro lado, la palabra confianza denote que el contribuyente se pueda acercar voluntariamente a declarar y contribuir con el pago del impuesto que le corresponde, y así de manera más cómoda pueda cumplir con la obligación constitucional de que todos los mexicanos contribuyen con el gasto público.
Es una medida que sin duda debe ser bien recibida por los contribuyentes, sin embargo, no es la primera ocasión en que se hacen esfuerzos por integrar a una buena proporción de las personas que se desempeñan en la economía informal, hace no muchos años estuvo vigente el régimen del pequeño contribuyente, conocido coloquialmente como repeco, que posteriormente fue sustituido por el régimen de incorporación fiscal, conocido como RIF; en dichos regímenes fueron registrados una significativa cantidad de personas físicas que vieron como buena opción tributar bajo este esquema, ya sea por unas tasas bajas de tributación, o por facilidades en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, o por ambas. Pero habría que reflexionar la razón por la que ahora se intenta incorporar a más personas que están en el comercio informal, o bien, porque si ya estando registrados en otros regímenes, les pudiera interesar migrar a este nuevo régimen fiscal.
Haciendo referencia a las personas físicas, se proponen tasas que van del 1%al 2.5% de Impuesto sobre la Renta, pudiendo tributar aquellas que no rebasen en un año de 3.5 millones de pesos, lo cual de entrada ya es un atractivo tributar con tasas mucho menores a las que están actualmente en vigencia, mismas se incrementan progresivamente hasta llegar a un 35%; por otro lado, la facilidad en el cumplimiento de obligaciones fiscales también representa un atractivo, pues solamente tienen que expedir sus comprobantes digitales, presentar y pagar con su declaración mensual, al igual que su declaración anual, y ya con esta simplificación el contribuyente cumple con su obligación de aportar para el gasto público nacional.
Para las personas morales, la iniciativa no implica una reducción en su carga tributaria, pero si para disminuir su cumplimiento de obligaciones fiscales, lo cual no es poca cosa para efectos de tener una facilidad y de evitar multas y situaciones complicadas cuando no logran cumplir con el cúmulo de todas las obligaciones de informar. A éste tipo de contribuyentes se propone que puedan entrar aquellos que en un año no rebasen de 35 millones de pesos. El Sistema de Administración Tributaria (SAT), estima que aproximadamente 2.1 millones de personas morales se verán beneficiadas con el nuevo régimen, lo cual equivale a un total de 96% de las que están actualmente inscritas en el SAT, mientras que el número de personas físicas que también se podrían ver beneficiadas, son 10.2 millones que tienen ingresos hasta los 3.5 millones de pesos, lo cual equivale al 82%. Dentro de las físicas, se consideran aquellas que se dedican a las actividades empresariales y profesionales, las del RIF, las de arrendamiento y las del sector primario como agrícolas, ganaderas, pesqueras y silvícolas.
Por lo anterior, además de dar la facilidad administrativa para aquellos contribuyentes que ya lo hacen dentro de algún régimen, también esta dirigida para integrar a los muchos que aún están en el comercio informal. Esta medida con el atractivo de tasas bajas de ISR, también lograría incrementar la recaudación en el Impuesto sobre la Renta, y con ello coadyuvar al combate a la evasión y elusión fiscal. No cabe duda que es una buena medida, pero si en años anteriores no han tenido éxito para disminuir la informalidad en alguna cantidad importante, ¿cómo estarían seguros que lo lograrán con este nuevo régimen?, la respuesta es complicada, y por lo general, nunca es solo un factor que conlleva un problema, por lo cual esta medida deberá ir de la mano con otras medidas paralelas para que la economía informal ya no sea atractiva a la gente, dichas medidas deberán ser integrales y complementarias, por citar un ejemplo, el empadronamiento para alguna actividad comercial o de servicio, debería ir acompañado en trámites de licencias que también impliquen una simplificación, donde este perfectamente coordinado el Municipio con el Estado y el Gobierno Federal en sus regulaciones, y así el ciudadano económicamente activo encuentre una sola instancia en donde registrarse y obtener sus licencias, y el cumplimiento para una instancia lo sea también para las demás, y que el cumplimiento de obligaciones fiscales sea en automático, de tal manera que cualquier institución gubernamental tenga acceso a los datos del contribuyente y continuar dándole las facilidades para un desarrollo y crecimiento empresarial, por el bien del ciudadano en particular y el de la sociedad en general.
Dr. Adrián Gómez Oyanguren.